Viñeta de Forges
Esta conmemoración-homenaje-denuncia sirve para ponernos frente a una realidad que si es grave en el primer mundo, se va agravando a pasos agigantados según descendemos en la formación y la economía de los países. De todos depende que esto cambie o que nuestras hijas paguen por nuestros errores.
Para tomar conciencia de lo que estamos hablando, os pediría a los más jóvenes que preguntaseis a vuestras madres y vuestras abuelas, por sus vivencias personales sobre este tema: no poder tener pasaporte, no poder abrir una cuenta en el banco, no poder trabajar sin permiso de su padre o marido,... no, no hablo de un país lejano en el espacio y el tiempo. Hablo de nuestras madres, abuelas, vecinas,... simplemente preguntadlas.
Hoy muchas de estas aberraciones han desaparecido entre nosotros, pero no todas. ¿Vamos a hacer algo?
Un beso a todas con este poema de Agustín García Calvo, cantado por Amancio Prada.
Libre te quiero,
como arroyo que brinca
de peña en peña.
Pero no mía.
Grande te quiero,
como monte preñado
de primavera.
Pero no mía.
Buena te quiero,
como pan que no sabe
su masa buena.
Pero no mía.
Alta te quiero,
como chopo que en el cielo
se despereza.
Pero no mía.
Blanca te quiero,
como flor de azahares
sobre la tierra.
Pero no mía.
Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.
Agustín García Calvo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.